La empresaria ha estado asesorándose con buenas amigas. Su prioridad es alejar a su familia del barullo mediático.
Hace unas semanas, Paloma Cuevas (48 años), sobrepasada, continuaba preguntando en la intimidad a periodistas y amigos que cuándo iba a detenerse el revuelo mediático. Nunca imaginó la todavía mujer de Enrique Ponce (48) que su ruptura con el diestro de Chiva iba a generar tantos titulares. Ha sido, sin lugar a réplica, la noticia del verano y, puede, que del otoño y del año. No solo la separación, sino la irrupción de Ana Soria (22) ha sido determinante. El entorno de Paloma insiste a JALEOS en que ella sigue callada, en silencio. Que no ha hablado ni lo va a hacer. Su postura es la misma desde el comienzo del tsunami, y así seguirá.
Un silencio estoico, heroico para muchos. En su antítesis, Enrique y Ana, y su historia de amor radiada por cámaras y selfies. Cuenta una amiga de Paloma que es esto último, la exposición de los protagonistas en redes, lo que molesta en casa. Se habla a este medio de “cierta falta de decoro”. Paloma ha sufrido y ha llorado mucho, en pasado. Hoy, aunque el dolor sigue, está dispuesta y fuerte. Quiere seguir con su vida, pero no está sola: su mayor preocupación en estos momentos a nivel informativo son sus hijas.
Lucha por que no se enteren de las noticias, pero siempre llegan. Por eso, Paloma ha tomado una decisión. Si bien hace unas semanas este medio aseguraba que el hecho de que Cuevas abandonase España durante una temporada -por aquello de poner tierra de por medio- era tan solo una idea sin madurar desde hacía tiempo, ahora se ha tornado en realidad. Según la información que se avanzaba en La hora de la 1, y ha confirmado y ampliado este medio, en las últimas semanas esta idea ha tomado mayor forma y el destino que más fuerza tiene para Paloma no es otro que Ginebra, Suiza. En un primer momento, se barajó Miami en algunos medios, pero nunca existió más allá de una visita. La persona que le propuso este destino último fue Miranda Rijnsburger (54), la mujer de Julio Iglesias (77), quien ha sido un importante y capital apoyo para la todavía mujer de Ponce en estos difíciles meses. Así se hace constar: Miranda es una buena amiga para Cuevas. Esta información ya salió publicada, pero lo que pocas personas conocen es que en pleno verano Paloma salió de La Cetrina, además, para pasar unos días en Ojén, la finca que el matrimonio Iglesias dispone en Málaga. No obstante, Miranda no es la única amiga que en estos días le ha ofrecido arropo y destino. Patricia Rato también ha estado pendiente de ella. Es el ‘desconocido’ apoyo para la hija de Victoriano Valencia (87), al menos no tan mediático y sonoros como otros.
Añade un comentario